Este fin de semana pasado, posamos nuestras tiendas sobre ese campamento ya tan familiar. Tarde, muy tarde llegó nuestra expedición el viernes al norte de nuestra Comunidad.
Al llegar, nos soprendimos de tener a disposición un sitio bien extenso, y montamos en la oscuridad. Tras la cena de bienvenida, tomamos el maná mágico de la alegría.
Pegas: no fuimos al pueblo porque era tarde, una carpa dance 25 horas al día y un politoxicómano que nos visitó con perversas intenciones.
Despertamos exhaustos por la anterior batalla, y disgregamos el grupo. Unos fueron al pueblo a por provisiones, otros pasearon por el campamento y la playa buscando anécdotas. Cuando parecía que eran las 19:00, eran las 15:30, y para eso estaba la baraja española. Tras una reconfortante siesta, mantuvimos el timón en dirección Ortigueira, nos aprovisionamos de maná de la alegría, y nos situamos de forma excelente en el parque de los conciertos.
Fiesta, y más fiesta. Visitas y reencuentros. Toda la magia de una noche que solo fue cortada por la molesta lluvia. El día de regreso no existió ... eso me dice mi psicoanalista.

Al llegar, nos soprendimos de tener a disposición un sitio bien extenso, y montamos en la oscuridad. Tras la cena de bienvenida, tomamos el maná mágico de la alegría.
Pegas: no fuimos al pueblo porque era tarde, una carpa dance 25 horas al día y un politoxicómano que nos visitó con perversas intenciones.
Despertamos exhaustos por la anterior batalla, y disgregamos el grupo. Unos fueron al pueblo a por provisiones, otros pasearon por el campamento y la playa buscando anécdotas. Cuando parecía que eran las 19:00, eran las 15:30, y para eso estaba la baraja española. Tras una reconfortante siesta, mantuvimos el timón en dirección Ortigueira, nos aprovisionamos de maná de la alegría, y nos situamos de forma excelente en el parque de los conciertos.
Fiesta, y más fiesta. Visitas y reencuentros. Toda la magia de una noche que solo fue cortada por la molesta lluvia. El día de regreso no existió ... eso me dice mi psicoanalista.


7 comentarios:
Aún así, yo no se que tiene Ortiguiera que os vuelve locos :/
ahora solo duermo si tengo la máxima sintonizada
Creo que lo que tiene Ortigueira que nos vuelve locos, son litros de alcohol, drogas y musica folk.
La envidia me corroe.
Qué puta envidia! Aún encima con toda la pandilla... y con IAGO!!! Qué recuerdos! Kiwiiiii!! Eeeeeeh!
os saco una foto? kereis q os sake una foto? os sako otra? puedo? puedo?
qué cara, dios mio!
fue grandiosa, no tan excitante por la novedad de mi primera vez, y mucho menos demacrante pero igual o mas de divertida/alcoholico/drogo/festiva xDDDDDD
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